Bitácoras personal como medio de expresión.

viernes, 15 de mayo de 2015

Quizás, sólo quizás.

Quizás nada volverá a estar dónde está. Quizás nadie será como es. Quizás la vida es sólo un pequeño suspiro. Quizás la verdad se encuentra detrás de tus pupilas. Quizás tu sonrisa sólo esconde un pequeño engaño y, quizás, tu mente comprime un gran universo.

Y eso, todo eso, es lo que quiero averiguar. Ese es mi propósito. Quiero saber si eres tú quién, realmente, destella miles de enigmas en mi mente. Y todo tendrá sentido, ya sabré por qué los pájaros vuelan infinitas horas para desaparecer de su precioso y querido nido.




lunes, 23 de febrero de 2015

¿Qué es lo que oigo?

Vivir agobiado, angustiado... Creo que la única solución que he encontrado es ponerse los auriculares y encender la música a un nivel que puedan llegar a romperse los tímpanos. Puedes ver los labios de los demás moverse, pero en esta ocasión tienes el poder de interpretar lo que quieras. Pensar que cada letra y cada sílaba es una nota diferente, haciendo que tus oídos se impregnen de falsedad, de una realidad no tan cierta, no tan real.

domingo, 1 de febrero de 2015

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Lo tengo todo, pero no tengo nada. Y es así como veo de vacío mi alrededor. Sin cariño, sin sonrisas verdaderas ni lágrimas ajenas. Qué instante más corto el de no pensar, nisiquiera, de mi triste  humanidad.
Todos, humanos controlados, limitados por los miedos, por nuestro futuro. Y qué más da si un día no tienes nada en tu poder. Al igual que ganas algo, lo pierdes, así, de repente.



viernes, 30 de enero de 2015

Dos meses.

Dos meses sin ti, abuela. Los días pasan y aquí nadie se olvida de ti, de tu cariño. Me pongo a pensar y... no te pude devolver todo el amor que tú me entregaste. Pero ya no pienso de tal forma, ahora sé que con los años voy a mostrarle al mundo como, gracias a ti, crezco como persona y evoluciono como tal. No más lágrimas sino sonrisas al recordarte, al tenerte presente en cada dificultad que tenga en mi camino  y cómo, tú, me enseñaste a observar y pensar detenidamente.



jueves, 15 de enero de 2015

Una tarde en el puerto.

Las nubes translúcidas que se hallaban en el cielo de ese pequeño puerto dejaban a la vista una preciosa imagen. Barcos descansando en la tranquila mar, gaviotas graznando y, por último, el aroma de la sal impregnado por todo el pueblo.