Bitácoras personal como medio de expresión.

lunes, 11 de julio de 2016

Recuerdo de un Madrid invernal.

Aún recuerdo con gran claridad esos paseos por un Madrid invernal. 
Ese día te dije que quería visitar un lugar especial y tú me llevaste al Templo de Debod. No sentí que sería tan peculiar pero cuando subí por esas escaleras... El monumento se encontraba debajo de un mar tan colorido que con solo presenciar esa imagen se convirtió en un recuerdo único. 
Había mucha gente pero lo que recuerdo con precisión son las hojas secas del suelo, el trozo de chocolate que se encontraba, juguetón, posado en tu labio inferior y, para mí lo más impresionante, las preciosas nubes resplandecientes que permanecían en el cielo.

Por ese recuerdo, te doy las gracias. 
Sea dentro de 1 o 10 años, seguiré queriendo compartir otro instante tan magnífico como este contigo.
Volveré a Madrid, aunque ya sea sin tu compañía. Volveré y te recordaré.