Esa chica ya se había dado cuenta de que ya no podría ver a su abuela nunca más. Ya no podrían reírse juntas y ya no habrían más fotos familiares junto a ella. Ahora solo quedarían los recuerdos guardados al fondo de su corazón. ¿Y ahora, no la podrá abrazar más?¿No la podrá besar más?
En ese momento solo podía escuchar la música clásica que su abuela tocaba con el piano y llorar estremecida en la cama. "¿Podré ser una mujer tan bondadosa y admirable como ella?" se preguntaba todo los días la chica ya sin ganas de seguir sin su querida abuela.